Las reseñas de productos y servicios se han convertido en la guía para muchos consumidores a la hora de decidir a comprar un producto o contratar un servicio. Sin embargo, la proliferación de reseñas falsas está dañando esta confianza. En este artículo explicamos algunas cosas respecto a ellas.
¿Qué son las reseñas falsas?
Las reseñas falsas son opiniones hechas por personas incentivadas. Pueden ser para realizar una reseña positiva o negativa sobre un producto o servicio. Y los incentivos pueden ser desde el pago de cantidades de dinero por cada reseña hecha hasta la entrega de productos de prueba o cheques de regalo bajo la condición de hacer una reseña concreta.
Se usan para influir en la toma de decisiones de los consumidores, tanto en sentido negativo como positivo. Comprar esas opiniones, en cambio, no es complicado. Existen varias empresas que se dedican a ello. Se puede comprar paquetes de reseñas positivas o negativas para tu negocio o para la competencia. También podemos encontrar cómo conseguir reseñas hechas por usuarios reales de las plataformas en las que se van a publicar.
¿Es legal?
No es legal poner reseñas falsas. En algunos casos las reseñas falsas son delito administrativo. Su uso está regulado tanto en la Ley General para defensa de los consumidores y la Ley de Competencia Desleal.
La Ley General para defensa de los consumidores obliga a las plataformas a informar a los usuarios sobre si las reseñas que aparecen en su web han sido realizadas por consumidores reales o no. También obliga a informar del método utilizado para procesar y verificar dichas reseñas.
Tipificación de reseñas falsas
Por lo tanto, las opiniones falsas pueden ser:
- Infracción civil, al vulnerar el derecho al honor de las personas jurídicas.
- Infracción administrativa por vulnerar la Ley General para defensa de los consumidores.
- Vulneración de la Ley de Competencia Desleal.
- Delito penal contra el honor de las personas jurídicas.