Los sesgos que son inconscientes son parte del ser humano. Son los atajos mentales que nuestro cerebro usa para procesar la información que recibe. Lo aplica a todo que nos rodea. Hay sesgos de distintos tipos, dependiendo de lo que vemos, la educación que hemos recibido o los valores en los que hemos crecido. Entre esos sesgos tenemos también el sesgo de género. Está presente en todos los ámbitos de la sociedad, incluido el trabajo.
Sesgo de género
Podemos afirmar que el sesgo por género es lo contrario a la insensibilidad de género. Son aquellas creencias inconscientes que todos tenemos sobre hombres y mujeres, basadas en los estereotipos socioculturales con los que nos hemos educado e interiorizado.
Cómo afecta en el ámbito laboral
Es posible pensar que una mayor presencia de mujeres en el ámbito laboral, promovida tanto por diferentes leyes y acciones, ha eliminado los sesgos de género en este ámbito. Sin embargo, lo cierto es que no es así. Como son mecanismos inconscientes, todavía están bastante presentes en el mundo laboral.
Tipos de sesgo de género
Podemos diferenciar distintos tipos de sesgo de:
- rendimiento
- afinidad
- maternidad
- aprecio
- etc.
Como luchar con el sesgo de género
El acabar con cualquier tipo de sesgo de género comienza en la educación. Sin embargo, hay algunas acciones que podemos llevar a cabo para evitarlos.
Una primera forma de hacerlo es pararnos a preguntar si, ante cierto comportamiento o actitud, diríamos lo mismo que decimos siendo una mujer o un hombre. Reflexionar sobre qué nos lleva a pensar que una mujer que se impone es vista como una persona agresiva, cuando en el caso de un hombre se diría que es asertivo en el ámbito laboral.
Otra forma de combatir dichos sesgos es incluir la perspectiva de género a la hora de diseñar las medidas en un plan de igualdad. En este caso, se tendría en cuenta el género y el impacto que esas medidas tendrían tanto en mujeres como en hombres.


