Enfrentar la muerte de un ser querido es complejo y requiere pasar por un proceso de duelo en el que nos «despedimos» de esa persona y aceptamos que ya no está. En este artículo hablaremos del desarrollo de los Ghostbots, la inteligencia artificial capaz de «resucitar» a los muertos…
¿Qué son Ghostbots?
Un ghostbot puede ser un holograma. Sin embargo, lo más habitual es que se trate de un videochat con el que se puede conversar como si la persona siguiera viva. Por lo tanto, un ghostbot es una recreación mediante IA de una persona fallecida. Esta recreación utiliza su imagen, su voz y una compilación de información personal recogida de su huella digital.
Cómo funcionan
Los ghostbots funcionan de forma muy parecida a los asistentes virtuales. Mediante una combinación de diferentes herramientas y técnicas de IA. Puede ser redes neuronales profundas, aprendizaje profundo y procesamiento de lenguaje natural… Y también, de la huella digital del fallecido, así como la información que puedan aportar sus familiares, se recrea un avatar del fallecido, con el que es posible hablar y recibir respuestas. De la misma forma en que ChatGPT puede responder nuestras preguntas.
Problemas de ghostbots
A primera vista, poder hablar con un ser querido que acaba de fallecer puede parecer una forma de afrontar la pérdida, de despedirnos. Sin embargo, estos fantasmas creados a través de inteligencia artificial no están exentos de problemas. Sobre todo, problemas que pueden tener con la privacidad y la ética en las personas que los usen. Finalmente, los ghostbots también plantean problemas relacionados con la salud mental, ya que todavía es difícil determinar el impacto psicológico que su uso puede tener en las personas.
Ghostbots como terapia temporal
Por lo tanto, los ghostbots podrían usarse como una forma de terapia temporal en algunos casos de duelo complejo. Sin embargo, recurrir a ellos sin supervisión o alargar su dependencia de ellos, podría derivar en futuros problemas de salud mental.