El liderazgo con perspectiva de género se puede entender desde una doble vertiente. Por un lado, la mujer juega o debería jugar el papel en puestos directivos. Por otro lado, relativo a la manera en que ambos géneros deberían dirigir una organización para garantizar el cumplimiento de valores y también la igualdad y la diversidad.
¿Qué es liderazgo?
La perspectiva de género en el ámbito laboral se basa en la observación de los roles y estereotipos que cada género cumple en la sociedad. El objetivo es diseñar programas, políticas o modos de organización empresarial de manera que fomenten la igualdad y la diversidad.
Liderazgo femenino
Cuando hablamos del liderazgo femenino nos referimos a:
- papel de la mujer en la toma de decisiones de una empresa,
- su forma de acceder a los puestos directivos,
- la manera de ejercer su liderazgo.
Se suele asociar el liderazgo femenino en una compañía al compromiso social, al trabajo cooperativo y al fomento de la igualdad. Sin embargo, a pesar de que cada vez hay más mujeres en puestos directivos, lo cierto es que son minoría en comparación con los hombres.
Estereotipos
Indudablemente, las mujeres líderes se enfrentan a dudas sobre la manera de liderar los equipos. Estas dudas tienen que ver con estereotipos arraigados en las empresas y en la sociedad en general.
Cuando pronunciamos el discurso de “igualdad” en la empresa, esperamos que las mujeres ejerzan el liderazgo de la misma manera que lo haría un hombre. Es decir, como siempre se ha hecho, basándose en los estereotipos sexistas.
Sin embargo, cuando una mujer ejerce el liderazgo igual que un hombre, se la puede reprochar falta de autenticidad o de compromiso. Es decir, si una mujer ejerciera el liderazgo de esta manera, estaría siguiendo los postulados de la sociedad patriarcal en la que se encuentra.
En definitiva, se trata de fomentar un cambio de cultura organizativa. Este cambio no solo tiene que tener en cuenta modo de operar masculino, sino que ha de adoptarse a una perspectiva global, igualitaria e integradora.